Santiago Psicoanalítico

Clínica y política de orientación lacaniana

sábado, 29 de octubre de 2011

Red de Atención Psicoanalítica

El Centro de Estudios e Investigación en Psicoanálisis Lacaniano de Santiago de Chile (CEIP), a través de su Red de Atención Psicoanalítica (RAP), ofrece un espacio clínico de consulta y tratamiento para niños, adolescentes y adultos, viable desde el punto de vista económico.
La Red de Atención Psicoanalítica (RAP) funciona como un lugar de consulta y derivación, para lo cual cuenta con un equipo de profesionales cuyas oficinas se encuentran ubicadas en diferentes zonas de la Región Metropolitana.
Equipo Profesional
Coordinadores: Rosa Lagos / Silvia Macri
Teléfonos: 02-9805613 / 02-8913279

Equipo Clínico
Carolina Vignoli 9-843-31965
Diana Schachner
Francisco Pisani 9-844-9302
Juan Pablo Bustamante
Karla Mendez
Leyla Ramirez
Lorena Mazanet
Marianne Bruning
Martha Ileana Idrovo
Paulina Salinas

Inaguración Departamento de Psicoanálisis con Niños C.E.I.P

 Sábado 21 de agosto de 2010


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          Con fecha 21 de agosto de 2010, se inaguró el Departamento de Psicoanálisis con niños:  CARRUSEL, perteneciente a Centro de Estudios e Investigación en Psicoanálisis Lacaniano de Santiago de Chile. Participaron en la sesión:
Bernardita Arancibia
Rosa Lagos
María Olga Herreros
Karla Méndez
Patricia Pino
Francisco Pisani
Carolina Vignoli
Paulina Salinas 

Se designa a María Olga Herreros como coordinadora. Se discute sobre intereses y perpectivas de los integrantes destacandose Estudio del juego, distintas perspectivas de abordaje y de aplicación. Estudio de las estructuras clínicas y su pertinencia en la clínica con niños. 

El autoritarismo científico.

16.1.11
 
El autoritarismo científico es un ensayo iluminador y necesario escrito por un científico riguroso capaz de transmitir sus reflexiones con una prosa ágil y amena. H sido editado por Miguel Gomez Ediciones.


Javier Peteiro inicia su reflexión distinguiendo la ciencia de las falsas ciencias. La ciencia, aliada de las luces, está muy alejada del cientificismo que impregna el discurso social dominante. Mostrando en estas páginas cómo, en esta época del empuje a la transparencia, se impone la opacidad derivada del cientificismo. Advirtiéndonos sobre la ambición científica de predecir todo lo humano y transformarlo según criterios de normalidad definidos desde la propia ciencia: «Se abre así un camino hacia un autoritarismo científico que dirá lo que es bueno, lo que es malo, y no sólo lo que debemos hacer sino incluso cómo debemos ser desde la manipulación genética y conductista». Esta obra muestra la tendencia a la sacralización de la ciencia que el cientificismo implica. La ciencia así concebida pasa a ser dogma, sus divulgadores los nuevos sacerdotes, y sus resultados la única esperanza. De este modo, si a algo se le añade el calificativo de científico pasa a ser incuestionable e imponerse sobre cualquier otro criterio de decisión. Se anula así la libertad de elección, incluso en el ámbito político. Así, lo científicamente correcto se hará equivalente a lo políticamente correcto.


Tras realizar un desarrollo crítico perfectamente documentado sobre las falacias supuestamente científicas, concluye su obra afirmando que el cientificismo es la nueva fe atea que trata de llenar el vacío que han dejado el ocaso de los discursos tradicionales. Si la ciencia se sacraliza, cualquier crítica a los supuestos científicos será juzgada como retrógrada. Esto conduce a un nuevo modelo de civilización.

Se trata de un texto de alto valor epistémico, pero también una apuesta ética por la libertad.



Proximo Ciclo de Cine y Psicoanálisis Lacaniano en Cine Arte Alameda, Noviembre-Diciembre 2011.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Revistas del Departamento de Toxicomanias y alcoholismo llegan a Chile


Presentación Revista Pharmakon
Las revistas Pharmakon son revistas que atañen a la clínica de la época y al malestar de la cultura hoy, sabiendo que cultura y malestar van siempre juntos, ya que la cuota que se paga  para poder habitar la cultura con otros es cediendo goce y esa pérdida duele.
Las drogas y el alcohol existieron milenariamente en las culturas de los pueblos, pero eran regulados por ritos y de esa manera tenían un lugar en lo simbólico. En occidente se empieza a hacer uso masivo  de la morfina después de la guerra civil americana en 1860 y se usa para hacer de los hospitales militares lugares silenciosos, para tratar el dolor de la guerra. En oriente el opio se vuelve un problema a partir de su prohibición por parte de los ingleses que operan con ese artilugio para ellos venderles el opio a los chinos. La cosa se vuelve prohibida y comercial. Se quiebra su lazo a lo simbólico, es la época del  “todos consumidores”.
En la actualidad el objeto tóxico es un objeto de consumo privilegiado para paliar el malestar de vivir que produce la cultura. Es un objeto que produce efectos en el quimismo del cuerpo, es una manera silenciosa de  sobrellevar el malestar, silenciosa como la pulsión. Es un tratamiento de lo real por lo real, a diferencia de la praxis analítica que propone un tratamiento de lo real por lo simbólico. La propuesta del psicoanálisis a la clínica de las toxicomanías es volvernos los dealers de la palabra (como lo nombra Miller), hacer pasar del goce del toxico al goce de la palabra para desde ahí poder operar nuestra praxis.
En las revistas se encontrarán con lo esencial de la clínica de la época. Como las adicciones no son una estructura más, sino que las encontramos encarnadas dentro de una estructura, neurosis, psicosis o perversión, tendrán la oportunidad de leer como los analistas nos las arreglamos con los síntomas de la época y a la vez distinguimos el diagnóstico para orientar la cura en el caso por caso.
En estos números de Pharmakon no sólo se encontrarán con una clínica preciosa de analistas de diferentes países del mundo (de Grecia, España, Brasil, Argentina, etc.), sino que también se encontrarán con una interpretación respecto de los lazos sociales de la época, ya que el discurso capitalista invade todo con el consumo del objeto, lo que nos permite nombrar “El lazo social intoxicado” donde encontrarán artículos como  “El lazo consumido”, “Toxicomanía ¿un lazo social entre otros?”, “…adicciones y body art”, “Toxicomanías y cuerpo”. O lo que nos permite nombrar como “Chifladuras adictivas” con artículos como “El objeto droga en la civilización”, “La locura de ir de compras”.  En “De Es-tragos” las autoras se preguntan ¿Qué pierde una mujer cuando pierde un amor? y un artículo que marca la diferencia de nuestra clínica con la de otras prácticas “Neurociencias del consumo: Política de reducción y prevención de la subjetividad”
Y me tomo de ese último para plantear nuestra diferencia, la de la orientación Lacaniana respecto de otras prácticas y de nuestra orientación en la clínica de las adicciones. No hacemos el tratamiento de la “Naranja mecánica”, vean la película, no reeducamos al sujeto en el bien ni en la moral, no pretendemos la abstinencia absoluta, de hecho si leen las revistas sabrán que para muchos sujetos el tóxico frena desencadenamientos psicóticos, frena las voces. Por lo tanto no hacemos una clínica del “para todos igual”, nos detenemos en el detalle clínico del síntoma como modo de anudamiento entre cuerpo y goce amalgamado en las marcas de la historia singular. Sobre todo y retomando nuestro lugar de dealers de la palabra, intentamos que algo de lo  a-dicto pase al bien decir de un sujeto, de ahí en más como decía Freud la cura se da por añadidura.

                                                                                                                        Ps. Carolina Vignoli
Bibliografía:
-          Naparstek Fabián y Colaboradores: “Introducción a la Clínica de las Toxicomanías y el  Alcoholismo” I y II
-          Pharmakon 11
-          Pharmakon 12

lunes, 24 de octubre de 2011

Grupo de Estudio: Introducción a la dirección de la cura en la orientación lacaniana










Descripción

El presente grupo de estudio se orienta bajo las siguientes preguntas: ¿cuál es el lugar del analista? ¿Qué lugar para la transferencia? ¿Qué es  interpretar? ¿Qué y cómo se orienta la cura?  Intentamos algunas respuestas proponiendo un recorrido de lectura sobre textos fundamentales de Lacan que nos orientan sobre los operadores de la clínica. Más adelante nos guiaremos con textos de analistas contemporáneos respecto de cómo entienden la clínica hoy y trabajaremos sobre algunos casos para poner a prueba los conceptos con la clínica.

Interpretación - Deseo del analista - Sujeto supuesto saber

Rectificación subjetiva - Entrada en análisis - Casos clínicos

Ps. Carolina Vignoli
 Ps. Francisco Pisani
Inicio octubre 2011, frecuencia semanal.

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martes, 18 de octubre de 2011

El lugar de la pastilla en el mundo actual.

A partir de nuestra  práctica clínica  donde recibimos niños medicados con Ritalina, o en el Hospital donde por un lado acuden jovencitas que consumen pasta base desde los 10 años y por otro  mujeres medicadas durante años por síntomas como angustia, depresión o ataques de pánico sin que hayan hecho jamás una terapia de la palabra, manteniéndose el síntoma intacto a pesar de la medicación; nos preguntamos por ¿cuál es el lugar de las drogas en la cultura actual?
 Milenariamente la droga ha tenido un lugar en la cultura, por ejemplo en el budismo se utilizaba el cáñamo o marihuana para la meditación, en la tradición judeo-cristiana se utiliza el vino como parte de las ceremonias. De la cultura Grecorromana proviene la etimología de nuestro término fármaco, la palabra Pharmakon  encierra el doble sentido  por un lado remedio y por otro veneno.
En estas y otras culturas el tóxico ha sido utilizado de manera regulada y nunca ha tenido las derivaciones nefastas de la adición a la sustancia, ¿qué diferencia ese uso del tóxico al uso hecho por la cultura occidental?  El período donde se instala la adicción o la toxicomanía es a partir de la guerra civil americana de 1860-1865, que es cuando se empieza a usar de manera sistemática la morfina.
 ¿Cómo responde cada cultura al malestar que le es inherente? Según Freud no hay cultura sin malestar, ese malestar no es una contingencia, no es un momento de crisis sino que es un hecho estructural. Pero la manera de arreglárselas con ese malestar depende de cada época,  de cada cultura, y hasta de cada sujeto. El uso de los narcóticos nos vuelve insensibles al dolor de vivir, funcionan como una “muleta”, pero cada estrategia para sobrellevar el malestar trae consigo un grave peligro, en el caso de las drogas, sean estas legales o ilegales pueden pasar, en un primer momento, de sacar al sujeto del malestar, a llevarlo, en un segundo momento, al centro mismo del dolor y la angustia.
Entonces podemos pensar que el tratamiento del malestar que ocasiona el peso de la cultura en un sujeto, por vía de la pastilla, es un tratamiento donde lo que está en juego es el quimismo del cuerpo, la pastilla genera cambios en el organismo. El sujeto no quiere saber nada de lo simbólico que determina su malestar, entonces en vez de hacer un tratamiento por la vía de la palabra, sólo quiere que el dolor pase con un rechazo de saber sobre la historia que determina y provoca su dolencia.
El trabajo del analista apunta a ayudar al sujeto a descubrir cuál es ese malestar que está en la base del consumo del tóxico, porque el tóxico no es la causa de todos los males sino su consecuencia, por lo tanto se trata de saber algo de ese malestar o esa angustia que desató el consumo de la sustancia, puede tratarse en la adolescencia del encuentro con la sexualidad, o con una pérdida muy grande. Por lo tanto habrá que saber a qué sirvió de muleta el consumo para ir en ayuda de eso que flaqueó en el sujeto o por otro lado estar advertidos que en ciertos casos graves la droga es la única muleta que el sujeto encontró a algo que él no tiene otra cosa para responder, por lo tanto el trabajo no será sacar la droga, por que el sujeto se cae en un vacío aún peor, pero sí ayudar a que esa muleta no sea mortal.
                                                                                                                                                             
CarolinaVignoli
Psicóloga Clínica
Cel: 843-31965
                                                                        carolinavignoli@hotmail.com

Paternidad en la época del consumo.

La globalización que se expande por todos los países de occidente, trae aparejado la tendencia a la uniformidad de todas las culturas, y lo que el mercado pretende es conseguir el mayor consumo posible de los objetos que fabrica. Los sujetos de esta época se ven obligados a ubicarse en dos lugares: o los que pueden consumir y cada vez quieren consumir más o los que quedan fuera del sistema de consumo por su restricción económica, los segregados.
Entonces, los que están dentro del sistema del consumismo se encuentran con los objetos del mercado, ya sean el auto más nuevo, el último celular, las vacaciones más lujosas, etc. el deseo de tener cada vez más objetos fabricados y cambiarlos por los más novedosos   una vez apagado su brillo, (es decir siempre tener el último modelo de objeto comprable, porque el anterior ya está fuera de moda) distorsiona la brújula de orientación  para los jefes de cada familia. Este fenómeno, impacta al sistema familiar.
Encontramos cotidianamente en nuestra práctica con niños las consecuencias del estallido del matrimonio y de la dispersión de la familia. Los efectos de la separación de los padres, la violencia familiar, la precariedad laboral, las exigencias del mercado, las demandas de las escuelas, las familias mono y homo parentales, etc. producen en el padre, la madre o en ambos desconcierto, confusión, hasta sorpresa y desorientación.

Podemos ver y escuchar ese impacto en padres que no se animan a retar y poner normas  a sus hijos. Padres que temen frustrarlos si no les compran  el último juguete y así crearles un trauma de por vida. Niños caprichosos, déspotas, niños que no encuentran un límite a su cuerpo, porque los adultos no han sabido frenarlos y que por tanto llenan los gabinetes psicopedagógicos de las escuelas con sus síndromes de hiperactividad y déficit atencional, o del otro lado de la moneda del consumo niños que son el desecho del sistema y que fuman pasta base para no sentir el hambre, el miedo y el abandono.
La familia, en la manera en que se pueda armar, es la que permite organizar un orden en la vida de un niño que va más allá de la mera satisfacción de las necesidades básicas. El capitalismo ha borrado el deseo de los padres poniendo a la luz que la ley que manda es una ley de hierro, para todos igual, que hace prevalecer el objeto como objeto de mercado, como objeto de consumo. En  este punto encontramos la angustia de los padres mirando impotentes la demanda exagerada de sus hijos, interpretando esa demanda en una equivalencia entre el no tener y el no ser, que concluye en la adquisición de mas objetos del mercado que lejos de calmar al niño relanza el problema un poco más adelante. El reforzamiento del pedido del niño ocurre por la ausencia de la palabra del Otro que podría poner un límite a ese infinito del pedir cada vez más y más, pacificando y orientando a ese niño.

La presencia de esa palabra del Otro no se trata de  hablarles más a los niños, ellos están cansados de escuchar a padres, maestros y adultos que los colman con infinitas explicaciones, argumentaciones, esclarecimientos, quedando su autoridad de adultos más impotente que antes de la explicación. Tampoco se trata de la nostalgia de la familia antigua, ya que desde siempre existe la falla en la función paterna. Sí se trataría de la transmisión que puede hacer un padre de su posición respecto de tomar a una mujer, a su mujer, como causa de su deseo y no perderse él mismo en los objetos brillantes que ofrece la época,  por el lado de la madre, también ella consentir a ocupar ese lugar de mujer en el deseo de su pareja.

Carolina Vignoli
Psicóloga Clínica
                                                         

El fracaso escolar, un síntoma moderno.

El fracaso escolar es una “patología” bastante reciente, aparece a partir de la instauración de la escolaridad obligatoria a fines del siglo XIX, y va tomando relevancia con los cambios laborales de las últimas décadas donde el trabajo se complejiza por la tecnificación y globalización de la vida tanto urbana como rural, por lo tanto tener éxito en la vida escolar traerá aparejado un posible éxito en la futura vida laboral y los excluidos del sistema educativo luego serán los excluidos del sistema laboral y social.
Con el nombre de Fracaso Escolar incluiremos todos los síntomas, síndromes y trastornos que impiden a un niño avanzar en la curricula escolar, el DSM los nombra desde Hiperactividad y déficit atencional, a oposicionismo con la autoridad, trastornos de conducta o problemas de aprendizaje, etc.
Es tarea del analista es saber cuál es el malestar alojado en su época, y,  en la actualidad, los problemas de aprendizaje, la anorexia, la bulimia, las adicciones, son fenómenos terribles que están vinculados con el empuje al consumo que hacen los medios masivos de comunicación en complicidad con el mercado global, así como el mandato globalizado del éxito.
 Los problemas de aprendizaje pueden ser entendidos como la manifestación del malestar de un sujeto singular, niño o adolescente,  en una época en la que el poder del dinero y el éxito social son los valores predominantes, pensemos que los ídolos actuales de nuestros niños ya no son la Violeta Parra ni Salvador Allende sino Shakira o Ronaldinho.
Entonces los niños por un lado tienen el ideal del éxito, tener que estudiar para incluirse en el sistema social, el éxito como única manera de insertarse, todos iguales y de la misma manera ingresar al sistema, cada vez más tecnología, cada vez más computadoras, quien no tiene esos conocimientos queda fuera, es un analfabeto. Hay maneras singulares de resistirse al “Para todos igual” del sistema educativo, también de eso se trata en los problemas de aprendizaje. Por otro lado una promesa de éxito desde la imagen, ser cantante, modelo o futbolista, así salvarse económicamente y salir de la pobreza, es mejor que el esfuerzo que implica estudiar, y cada día se encuentran con que los universitarios, a quienes tanto les costó estudiar, en vez de ser premiados por su esfuerzo se los castiga en trabajos de muchas horas por muy bajos salario.
El trabajo del analista es alojar a esos niños con problemas de aprendizaje y a sus padres, poner una pausa, un freno una pulsación, para tomarse el tiempo necesario en captar a dónde está alojada la angustia de este niño que es distinta de la de los padres, por lo tanto se trata de ayudarlos a comprender a ellos que el fracaso escolar, al igual que la fiebre, es síntoma de otra infección, y de lo que se trata es de descubrir esa infección y tratarla, no de manera adaptativa casi militar, sino de darle herramientas al niño, hechas a medida y no para todos iguales, para hacer algo nuevo con eso que lo angustia, porque los niños también tienen su propias angustias, miedos y dolores, eso no le pasa sólo a los adultos, la niñez no es un momento idílico en que todo es cuento de hadas, rosado y maravilloso, los niños también sufren y no lo pueden decir de la misma manera que un adulto, ellos lo muestran en sus síntomas.
Carolina Vignoli
Psicóloga Clínica
Cel: 843-31965

lunes, 17 de octubre de 2011

Bullying Escolar.

La palabra bullying hace referencia a la palabra inglesa Bull, toro, y la declinación ING implicaría el acto de torear. En castellano lo entendemos como acoso u hostigamiento escolar,  haciendo referencia a cualquier forma de maltraro o agresión psicológica, verbal o física producida entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
La agresividad es constitutiva del ser humano. Podríamos afirmar que esto se debe a que el cachorro humano se identifica a una imagen para sentirse unificado. Hacemos la aclaración de que el cuerpo es esa imagen que da unidad a lo que hay por dentro, o sea al organismo, que está comprendido por órganos, sangre, arterias, etc. Entonces el organismo le depara al infante sensaciones dispersas que él no puede localizar con claridad: siente dolores en su estómago, gases, frío o calor. Ante esas impresiones que rompen la vacilante sensación de completud, llora en pedido de ayuda a un adulto, el Otro materno, para que calme lo que él desconoce y que aquel debe poder interpretar.
En el momento del nacimiento, solo algunas áreas cerebrales están completamente mielinizadas. La mielinización de las fibras que conectan el cortex cerebral con el cerebelo no suele completarse hasta alrededor de los 4 años (Kolb & Whishaw, 1991). A partir de los 6 meses, y lejos de haber completado la mielinización de las fibras nerviosas, el niño tiene la posibilidad de reconocer su imagen en el espejo. Esta imagen vendrá a funcionar como unificadora de esas sensaciones dispersas del cuerpo, pero esa imagen se encuentra primero por fuera, en un espejo y en Otro, madre o padre, que lo nombra en ese espejo, dándole una matriz simbólica a la imagen. Efecto de esa asunción en el espejo es la rivalidad con sus pares, el niño al encontrar fuera del espejo otro igual a él teme que esa unidad que había logrado gracias a la unificación de la imagen se rompa, por lo tanto se configura una dualidad imaginaria eroto-agresiva: ¿el otro o yo?
¿Qué adviene para romper con esta dualidad imaginaria? La palabra.
La palabra del padre pone orden,  hace de tercero para romper esta dualidad y abre caminos sublimatorios para hacer con la agresividad al tiempo que ofrece un ideal con el cual identificarse. La escuela está en ese lugar tercero, como delegada y relevo del padre, que debiera ofrecer opciones sublimatorias para que los niños puedan arreglárselas con su agresividad. Bullying ha habido siempre, pero la época le imprime un sesgo novedoso a esta actividad. 
¿Cuál es el diagnóstico que hacemos hoy de la Escuela en la época de los ideales caídos?
La escuela transita los mismos perjuicios que la cultura en una época en que la autoridad y los viejos ideales de la modernidad: el honor, el respeto, las utopías sociales, ser un hijo modelo, un alumno modelo, compartir con otros, etc. son virtudes que están en baja y son reemplazados por la satisfacción solitaria y autistística del consumo de objetos que propone el mercado rompiendo con  la tendencia al lazo y con la preocupación por el otro que embanderaban los antiguos ideales sociales. Ahora es preferible ser La Modelo de pasarela o trabajar en la Tele para ser famoso y ganar mucho dinero que estudiar mucho y ser buena persona.
 Cuando la agresividad pasa ciertos límites, cuando se excede a tal punto que rompe el lazo social, tanto así que rompe los cuerpos, hablamos de violencia. En palabras de  Eric Laurent “La culpa es nuestra, no de los niños. No hemos sabido inventar los rituales apropiados que puedan ayudar a un joven violento a encontrar salidas que no sean autodestructivas o destructivas para los demás”. (Eric Laurent, Entrevista en diario La Nación)
El empuje del mercado al consumo hace ascender al lugar de ideal a los objetos de la producción en vez de los clásicos ideales simbólicos. Esto hace que los sujetos ya no estén orientados por la tradición ni por las palabras de sus adultos sino por objetos. Las sociedades se dividen entre los que pueden consumir y los que no pueden hacerlo. Los que no pueden acceder al consumo quedan segregados de la sociedad, hasta segregados de la satisfacción básica de sus necesidades lo que retorna como odio, resentimiento y violencia.
Como efecto de la caída de los ideales simbólicos, los sujetos y preponderantemente los adolescentes -que son quienes están buscando una identificación que afirme su persona- buscan otro modo de identificación según el objeto que consumen, un ejemplo de ello son los Otaku, fanáticos de los animé que se reúnen para compartir sus gustos. En chile están los pokemones, los pelolais y otros grupos de jóvenes que se reúnen en torno a un gusto y un estilo estético particular. Estas son comunidades de goce, se identifican a la satisfacción que les da un objeto y no a un ideal simbólico.
Podemos pensar también una comunidad de goce en esta práctica de los adolescentes de subir videos a internet, desde los que ponen en riesgo su vida tirándose de los edificios a las piscinas, o los que se filman acostados en los rieles del tren mientras el coche les pasa por encima, hasta los que muestran las agresiones contra sus pares, bullying. Esta comunidad de goce no estaría signada por un objeto concreto, sino por la mirada, por una satisfacción vouyerista, de mirar y hacerse mirar en ese momento de ruptura del lazo social, en que aparece el golpe y la imagen del cuerpo como rota, o la audacia de poner en riesgo la vida. Los jóvenes cuelgan esas imágenes de violencia como un blasón, como un orgullo que hace que otros jóvenes también cuelguen sus propios videos identificándose a ese gusto por mostrar el golpe, o el riesgo.
A falta de poder identificarse a ideales simbólicos, los muchachos y muchachas se las arreglan para encontrar al menos ideales que los enganchen a la imagen y a la sensación de adrenalina o dolor en el cuerpo, dándoles la certeza de estar vivos al mismo tiempo que coquetean con la muerte.
Como dice Eric Laurent, somos los adultos los responsables de ayudar a esos jóvenes a hacer algo con su propia violencia y su pulsión de muerte, “Deberíamos inventar el nuevo deporte del siglo XXI, un nuevo ritual que al mismo tiempo fuera una práctica del cuerpo y que permitiera la socialización.” (Eric Laurent, Entrevista en diario La Nación)
La violencia de los adultos contra los niños
Para finalizar quería contar una viñeta clínica de un niño de 8 años que pude recibir en mi consulta sólo 6 sesiones. Mateo llegó con su papá y sin la mamá, ya que estaban separados. La mamá se llevó a la hermana de 5 años y al hermano de 2, dejándolo a él viviendo con el padre y la abuela hacía más de un año, con la justificación de que la escuela quedaba cerca de esa casa. El padre me confiesa durante las entrevistas que él no pescaba mucho a su hijo y que cuando volvía del trabajo conversaba con su madre, dejando fuera de la charla a Mateo, quedando relegado a ver tele sólo en su cuarto. Dice que el niño una vez le preguntó ¿si la mamá no lo quería más? Ya que sus hermanos vivían con ella y él no.
Mateo es un niño tímido, bastante callado y con voz muy baja. La consulta se hace por pedido de la escuela porque había habido un episodio en que agarró del cuello a una compañera y otro episodio en que le tiró una silla a la maestra. En las pocas entrevistas que tuvimos él mejoró su comportamiento, hasta que un día tiró una cartuchera al piso, algo inmensamente menor que querer ahorcar a su compañera, pero esa fue la oportunidad que tuvo la maestra para suspenderlo una semana de la escuela y obligar al padre que lo haga revisar por un neurólogo. El padre le dice que le iba a llevar un informe de la psicóloga a lo que la maestra responde “Eso no me interesa, Ud. sabe lo que yo quiero”, quiere que lo mediquen, como ya lo había hecho medicar durante todo el año anterior, convirtiéndose Mateo en un niño aún más callado, como un “zombi” según el padre. Aún así él eligió la opción de la maestra y lo sacó de mi consulta en vez de querer saber que tenía que ver él en el malestar de su hijo.  
Hay una tendencia cada vez mayor de intervenciones sobre los niños que mezclan diagnósticos neurológicos, causas orgánicas y terapias de reeducación cognitivo-conductuales  con garantía de eficacia y efectividad en corto plazo, volviendo objeto al sujeto de sus intervenciones. Tomo una cita que hace Mauricio Tarrab de una declaración de Skinner “Yo tuve solo una idea en mi vida. La palabra ‘control’ la expresa. El control de la conducta humana, era un desenfrenado deseo egoísta de dominar. Recuerdo mi ira cuando algo salía mal. Podía gritarle a los sujetos de mi experimento, ¡Pórtate bien, maldito, pórtate como debes!
Entonces el deseo de dominio es lo que se oculta tras los ideales de eficacia. La maestra de mi pacientito lo dejó bien claro “Ud. Sabe lo que yo quiero”, que el niño no se salga de la raya de lo que ella espera, o sea que no haya sujeto allí. ¿Me pregunto si tendrá algo que ver la relación de dominio que imponen algunos docentes, y por lo tanto que  se corren del lugar tercero de referente de un ideal simbólico, con el bullying de los estudiantes?
Para terminar quiero citar a Mauricio Tarrab en lo que considero la propuesta ética y política del psicoanálisis de la orientación Lacaniana:
“El psicoanálisis, nuestra práctica y nuestro discurso, insiste, en medio de la feroz tendencia a homogeneizarlo todo que tiene nuestro presente, que es necesario conservar ese estrecho margen de libertad que pueda preservar lo incomparable que tiene cada uno. Eso que, de  cada uno no encaja en las regulaciones sociales”. (Tarrab M.)
Carolina Vignoli
 
Psicóloga Clínica
Cel: 843-31965

carolinavignoli@hotmail.com